LA REFINERÍA Y EL EFECTO BOOMERANG
Todo parece indicar que
finalmente se ha dado vía libre a la tan esperada modernización de la Refinería
de Barrancabermeja. Esperemos que la aprobación del Plan de Manejo Ambiental no
se convierta en un mero acto político de este gobierno para apalancar la
reelección presidencial. Veremos muchos por estos días pues hemos entrado de
lleno en el año electoral. El descontento de los Barranqueños iba en aumento
ante tanta prórroga y evasiones por parte de los directivos de Ecopetrol para
explicar la demora. Las especulaciones han sido muchas; entre ellas la
priorización de la ampliación de la refinería de Cartagena con una desviación
de recursos hacia ese proyecto, también muy importante. La otra sería la
dificultad de obtener la aprobación de la licencia ambiental, que como ya vimos
no había tal pues así lo indican las escasas observaciones hechas por la
Autoridad Nacional de Licencias Ambientales en la Resolucion 0934 del 10 de
septiembre de 2013. Si este fuera un mero
acto político, engañoso y oportunista, nos encontraríamos ante más prórrogas y
carameleos, que no sabemos si los barranqueños soportarán sin reaccionar.
Digamos entonces, por lo pronto y
con optimismo, que hay vía libre. Lo que nos lleva a revisar un poco en qué
consiste el proyecto y las implicaciones de este en la economía nacional y
particularmente en la local. Comencemos por decir que la Refinería de
Barrancabermeja hará una conversión tecnológica profunda que permitirá el
procesamiento de crudos pesados, que se han incrementado, garantizando su
sostenibilidad a largo plazo. Hasta hoy puede
procesar crudos livianos y ligeros de alto costo, que cada día disminuyen
más. Los pesados son de menor costo y por lo tanto de más alta rentabilidad a
largo plazo. La modernización
incrementará la capacidad de refinación en 50.000 barriles diarios, pasando de
250.000 a 300.000, pudiendo atender mejor la demanda nacional de gasolina y
diésel de alta calidad, al mejorar también la conversión de un 76% a un 95%. Es claro entonces el impacto económico
positivo a nivel nacional.
Pero volvamos a lo local, donde
el impacto positivo tiene también un impacto de efecto boomerang. Este tipo de
proyectos, donde la inversión se calcula en no menos de 4.000 millones de dólares,
crea muchas expectativas. La primera consecuencia es el incremento de la
inflación local pues, por ejemplo, la burbuja inmobiliaria vuelve a crecer. Y
vuelve a crecer porque todo el mundo que tiene con qué, invierte en
construcciones, ampliaciones y mejoras, tanto en vivienda como en las
instalaciones de sus empresas, queriendo un retorno a muy corto plazo. También
aumenta el flujo de visitantes, buscando empleo y oportunidades de negocio.
Esto genera demanda de alimentos y vivienda, además de presionar el débil sistema de salud y el mismo sistema
educativo, entre otros, con sus consecuencias.
Pero lo grave es que esto se dé
antes de tiempo, es decir antes de que realmente comiencen las inversiones y se
inicien los trabajos de ampliación y
modernización, como de hecho ha sucedido en los tres últimos años en los que
creíamos que ya iba a iniciarse el proyecto. Porque resulta que esto podrá
darse hacia el 2015, previas adjudicaciones de contratos después de las
licitaciones públicas. Por otro lado, el proceso tendrá una duración de 32
meses aproximadamente, es decir que irá hasta el 2018. Y es cierto, podría
generar en el pico más alto 3.000 a 4.000 empleos temporales. Terminada la obra
no se requerirán más de 500 empleos altamente calificados. Pasado el boom
vendrá el desdoblamiento y quien no haya hecho bien sus cálculos tendrá que
quejarse al mono de la pila.
Todo lo
anterior nos lleva a pedir prudencia y a calcular muy bien las inversiones y
los desplazamientos de personas que ven en este proceso “el dorado” de sus
vidas . También debemos decir que la
especulación en vivienda nos pondrá en una situación peor que la actual.
Creemos que la labor de socialización del proyecto por parte de Ecopetrol debe
incrementarse y de ninguna manera volver a dejar a Barrancabermeja
desinformada, dando tumbos, creyendo que se ganó la lotería y sin considerar el
efecto boomerang de estos grandes proyectos.
La poderosa empresa del Estado y de todos los colombianos ya tiene un
pasivo social muy grande con nuestra ciudad y su gente.
Septiembre 2013