jueves, 20 de febrero de 2014



LA REFINERÍA Y EL EFECTO BOOMERANG


Todo parece indicar que finalmente se ha dado vía libre a la tan esperada modernización de la Refinería de Barrancabermeja. Esperemos que la aprobación del Plan de Manejo Ambiental no se convierta en un mero acto político de este gobierno para apalancar la reelección presidencial. Veremos muchos por estos días pues hemos entrado de lleno en el año electoral. El descontento de los Barranqueños iba en aumento ante tanta prórroga y evasiones por parte de los directivos de Ecopetrol para explicar la demora. Las especulaciones han sido muchas; entre ellas la priorización de la ampliación de la refinería de Cartagena con una desviación de recursos hacia ese proyecto, también muy importante. La otra sería la dificultad de obtener la aprobación de la licencia ambiental, que como ya vimos no había tal pues así lo indican las escasas observaciones hechas por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales en la Resolucion 0934 del 10 de septiembre de 2013.  Si este fuera un mero acto político, engañoso y oportunista, nos encontraríamos ante más prórrogas y carameleos, que no sabemos si los barranqueños soportarán sin reaccionar.

Digamos entonces, por lo pronto y con optimismo, que hay vía libre. Lo que nos lleva a revisar un poco en qué consiste el proyecto y las implicaciones de este en la economía nacional y particularmente en la local. Comencemos por decir que la Refinería de Barrancabermeja hará una conversión tecnológica profunda que permitirá el procesamiento de crudos pesados, que se han incrementado, garantizando su sostenibilidad a largo plazo. Hasta hoy puede  procesar crudos livianos y ligeros de alto costo, que cada día disminuyen más. Los pesados son de menor costo y por lo tanto de más alta rentabilidad a largo plazo.  La modernización incrementará la capacidad de refinación en 50.000 barriles diarios, pasando de 250.000 a 300.000, pudiendo atender mejor la demanda nacional de gasolina y diésel de alta calidad, al mejorar también la conversión de un 76% a un 95%.  Es claro entonces el impacto económico positivo a nivel nacional.

Pero volvamos a lo local, donde el impacto positivo tiene también un impacto de efecto boomerang. Este tipo de proyectos, donde la inversión se calcula en no menos de 4.000 millones de dólares, crea muchas expectativas. La primera consecuencia es el incremento de la inflación local pues, por ejemplo, la burbuja inmobiliaria vuelve a crecer. Y vuelve a crecer porque todo el mundo que tiene con qué, invierte en construcciones, ampliaciones y mejoras, tanto en vivienda como en las instalaciones de sus empresas, queriendo un retorno a muy corto plazo. También aumenta el flujo de visitantes, buscando empleo y oportunidades de negocio. Esto genera demanda de alimentos y vivienda, además de presionar  el débil sistema de salud y el mismo sistema educativo, entre otros, con sus consecuencias.

Pero lo grave es que esto se dé antes de tiempo, es decir antes de que realmente comiencen las inversiones y se inicien los trabajos  de ampliación y modernización, como de hecho ha sucedido en los tres últimos años en los que creíamos que ya iba a iniciarse el proyecto. Porque resulta que esto podrá darse hacia el 2015, previas adjudicaciones de contratos después de las licitaciones públicas. Por otro lado, el proceso tendrá una duración de 32 meses aproximadamente, es decir que irá hasta el 2018. Y es cierto, podría generar en el pico más alto 3.000 a 4.000 empleos temporales. Terminada la obra no se requerirán más de 500 empleos altamente calificados. Pasado el boom vendrá el desdoblamiento y quien no haya hecho bien sus cálculos tendrá que quejarse al mono de la pila.


Todo lo anterior nos lleva a pedir prudencia y a calcular muy bien las inversiones y los desplazamientos de personas que ven en este proceso “el dorado” de sus vidas . También debemos decir que la  especulación en vivienda nos pondrá en una situación peor que la actual. Creemos que la labor de socialización del proyecto por parte de Ecopetrol debe incrementarse y de ninguna manera volver a dejar a Barrancabermeja desinformada, dando tumbos, creyendo que se ganó la lotería y sin considerar el efecto boomerang de estos grandes proyectos.  La poderosa empresa del Estado y de todos los colombianos ya tiene un pasivo social muy grande con nuestra ciudad y su gente. 
Septiembre 2013

HABÍA UNA VEZ UNA CIÉNAGA

A quienes nos gusta viajar por el país para conocer nuestra hermosa geografía, se nos han quedado en la retina sitios inolvidables como la ciénaga del Pijiño, situada muy cerca de Mompox, -ciudad isla, abrazada por sol y por el río Magdalena-, donde abunda la pesca, los monos aúllan, los loros chillan y se desplazan en bandadas de un sitio a otro, la garza morena se pasea en sus orillas, las águilas y halcones esperan sus presas, las babillas asoman sus trompas en los recodo de los caños, las tortugas se asolean despreocupadas sobre las piedras de los playones y las iguanas gigantes saltan de una rama a otra de los arbustos, hasta caer chapoteando en las transparentes y limpias aguas. Imágenes vívidas y recientes que regresan a nuestra memoria al recorrer las ciénagas vecinas a Barrancabermeja: la Miramar y la San Silvestre. La contaminación de la primera la ha convertido en un asco y la segunda va por el mismo camino. ¡¡Están muriendo!! Y de allí sale el agua para el acueducto de Barrancabermeja, es lo más grave.

Ha habido promesas del gobierno departamental, estudios por parte del municipal, inversiones incluso, para recuperarlas, pero nunca ha sido suficiente. El deterioro se ha vuelto inatajable ante la falta de una gestión sostenida por parte del gobierno local. Y es que a un problema que se debe atacar con ciencia y tecnología y una gestión pública eficiente, se le aplican pañitos de agua tibia que no sirven para nada. Y las preguntas son: ¿Dónde está Ecopetrol en todo esto? ¿Se durmieron los líderes de Barranca, acaso? Ecopetrol tiene sus plantas de tratamiento que garantizan la calidad del agua para sus procesos industriales y una excelente potabilidad, de la que toman sus trabajadores y directivos en las áreas de trabajo y en sus privilegiadas viviendas al interior de la malla. Pero ¿y los habitantes de Barranca, como “ciudadanos de segunda clase”, tendremos que seguir soportando la mala calidad del agua que nos suministra el acueducto de la ciudad? ¿Por qué Ecopetrol se limita a regalar agua pura, tratada en sus plantas, a quienes quieran llenar sus garrafas en las porterías de la refinería? ¿No será el momento de exigirle a la Gran Empresa que cumpla con su responsabilidad social y genere junto con el gobierno local una solución a fondo, tanto para proteger y recuperar las ciénagas como para desarrollar una verdadera planta de tratamiento para el acueducto barranqueño, con la tecnología que utilizan sus plantas al interior de la refinería?

Porque si esto sigue como va, tendremos que dirigir la mirada hacia Hidrosogamoso y su gran espejo de agua de 7.000 hectáreas, que estará lista para mediados del próximo año, que nos garantiza que a una hora de Barrancabermeja tendremos una gran masa de agua, inmensa, que puede llegar a suministrar la necesaria para nuestro acueducto.  Y ya hay varios municipios como Betulia, Zapatoca, San Vicente de Chucuri, que han puesto sus ojos en esa gran represa que tendremos los santandereanos en el cañón del rio Sogamoso, equidistante una hora de Bucaramanga y Barranca. Ya sus líderes y administraciones locales conversan con ISAGEN para ver cómo hacer acuerdos que permitan solucionar sus problemas de agua en esos municipios. ¿Será que nos estamos demorando para hacer lo mismo aquí en Barranca? ¿O será que nos quedamos con la gran ciénaga de San Silvestre y más bien vamos apretando clavijas para que la Gran Empresa, la de todos los colombianos, la primera del país, el “mejor patrono” y donde sus sindicatos “coadministran de verdad”, se interese por los barranqueños, que la vieron nacer y la hicieron crecer? ¿Y será que presionamos a los líderes para que se apersonen del tema, lo pongan como prioritario en sus agendas políticas y cumplan con quienes los eligen ingenuamente en todos los procesos electorales? ¿Será que el camino es la ACCIÓN POPULAR  que ya preparan grupos interesados en poner las cartas sobre la mesa para definir de una vez por todas quiénes son los actores obligados a participar en la solución de uno de los problemas más serios de Barrancabermeja? ¿Si Bucaramanga se reveló contra Sotonorte, por proteger su derecho al agua que supuestamente querían contaminar con cianuro los mineros canadienses, y se pudo organizar una marcha de por lo menos veinte mil personas para oponerse a la minería en las laderas de Santurban, no podrían los barranqueños exigir también el derecho al agua potable, verdadera agua potable, transparente, sin olores o sabores,  en uno de los centros ribereños más importantes del Magdalena y una de las ciudades más importantes del país, donde Ecopetrol produce riqueza, pero también tiene un pasivo social con sus habitantes?

Había una vez una ciénaga… y nadie la cuidaba…y todo el mundo usaba… y maltrataba…y de allí tomábamos el agua…

Mayo 2013





¿QUE LA VIDA ES ROSA?


Un hombre del pueblo hecho a pulso. Un “animal político” dirían otros. Lo cierto es que Horacio Serpa ha sido protagonista de la política colombiana por más de 40 años. Hoy, a sus 70, sigue muy lúcido y “borboteando” ideas como en sus mejores tiempos del MRL o del FILA. Nacido en Bucaramanga circunstancialmente, pero pudo nacer en Matanza, donde su madre era maestra de escuela. Su padre, un hombre luchador y trabajador, le enseñó a ser fuerte, honesto y de palabra. “Los hombres no lloran”, le decía, pero él con el tiempo, las vivencias con sus tres rosas y sus hijos varones, y el hecho de vivir en una Colombia como la nuestra, supo que era bueno llorar de vez en cuando. No tanto.

Serpa ya tenía su Rosa, que era su madre, pero siendo alcalde de Barrancabermeja, donde nació políticamente al ser nombrado por Alfonso Gómez Gómez, -patricio santandereano fallecido recientemente a los 90 años-, obtuvo su segunda Rosa, la Rosita que todos conocemos y que lo acompaña a todas partes. Muchos dicen que ella es determinante en sus decisiones, pero el asegura que no, que ella solo manda en la casa. Y hay que creerle, pues su liderazgo se evidenció desde el momento en que se inició como juez promiscuo en Tona. Sus recuerdos y cariño por este municipio lo llevaron a posesionarse como gobernador de Santander en Berlín, corregimiento de Tona y uno de los poblados más fríos de Colombia, cuando ya se creía que su carrera política había terminado. Y la verdad es que había participado como candidato presidencial en tres contiendas electorales, sin éxito. La gobernación la ganó con holgura: no era para menos.

De juez de Tona, pasó a juez de Matanza y luego a juez municipal de Barranca, juez de circuito, alcalde, concejal allí mismo, representante a la Cámara, senador, procurador general y gobernador. No por casualidad llegó a postularse tres veces a la Presidencia de la República, pues fue ministro de varios presidentes y cabeza visible del Partido Liberal. Un hombre recorrido, un “animal político” fogueado en varias plazas. Y cosa curiosa, quiere “llenarse de razones”, como lo dice él mismo, para ser nuevamente senador, a esa edad donde casi todo el mundo quiere descansar.

Los chismosos de la política anunciaron que Rosita, su esposa, pues Rosita, su madre, murió el año pasado y Rosita, su hija, no tiene interés en la política, asumiría las banderas de Serpa para lanzarse al Senado. Pero no, falsa alarma. Horacio Serpa no quiere ser ejemplo de esas empresas políticas familiares que todo lo quieren acaparar. Sin embargo su hijo Horacio José está dando sus primeros pinitos como concejal de Bogotá. ¿Fruto de su propio esfuerzo? Seguro que pesa ser el delfín de Horacio Serpa, pero veremos con el tiempo si puede emularlo o incluso superarlo. Bogotá es una plaza difícil; de muy poco le servirá ser hijo de Horacio Serpa, el presidenciable de siempre, o nieto de José Serpa, el “tinterillo” aquel que unido con Rosita, la indomable y dedicada maestra de escuela, formó a su padre en los valores  más preciados de la colombianidad.  O tal vez si, pues allí están sus raíces.

A pesar de sus Rosas, Horacio Serpa puede decir que no siempre la vida es rosa. Inició su carrera política en Barrancabermeja, capital del Magdalena Medio, donde nace la guerrilla del ELN por iniciativa de algunos de sus amigos, entre otros fundadores. Eso lo marca muy fuertemente pues se puso a prueba su espíritu democrático y su temple. Y también vivió la lucha entre grupos guerrilleros y paramilitares, que hizo de Barranca un infierno por largos años. Fundar el FILA, un grupo de izquierda liberal, fue toda una aventura y un riesgo muy alto. Sus mejores amigos de hoy siguen siendo quienes lo acompañaron en aquellos años tan difíciles. La lealtad es una de las características más fuertes en Serpa, de eso no hay duda. Allí se consolidó su ideología democrática y socialista, dentro del Partido Liberal, y se desarrolló su animadversión al aburguesamiento de la clase dirigente colombiana. Pero nunca ha recurrido a la lucha de clases como argumento político o ideológico. Ha sido un conciliador por excelencia y un permanente negociador de la paz, tan esquiva a Colombia. Serpa es un demócrata, promotor de la equidad y justicia social, cercano al pueblo, defensor de los derechos humanos, sin que se haya dejado tentar por la violencia o las malas costumbres de la política colombiana. Sin embargo, no todo es rosa y eso lo sabe Serpa. Al convertirse en el escudero de Ernesto Samper, una mente brillante, pero el presidente más cuestionado en el último medio siglo por el llamado “proceso 8000”, en el que se demostró que los narcotraficantes del Valle financiaron la campaña presidencial con la que resultó elegido, se echó una carga muy grande, que tal vez le impidió ser presidente él mismo. Pero en esos episodios se puso a prueba otra vez su lealtad, muy fuerte en él. Incluso, cuando se habla del crimen de Álvaro Gómez Hurtado y se dice que fue un crimen de estado, pues sucedió cuando él era Ministro del Interior del gobierno Samper y se veía venir un golpe de estado, sale a la palestra a defender su integridad y a negar que eso sea posible. Y evidentemente nadie ha podido demostrar que Serpa o el mismo Samper hayan tenido que ver con ese magnicidio. Pero sus enemigos políticos, la extrema derecha, siempre le sacan a relucir el “proceso 8000” y esta acusación de la familia Gómez. 

¿Qué podemos esperar del Serpa de hoy, un hombre recorrido, experimentado, integro, demócrata, luchador por la justicia social? Esa es la pregunta que se hacen todos al escuchar sus intenciones de “encontrar razones” para lanzar su candidatura al Senado. Quienes sabemos que las negociaciones de la Habana solo son un paso fundamental en la reconciliación de los colombianos, creemos que él es un elemento clave en el postconflicto. Es el eslabón más seguro y poderoso entre la izquierda radical y la burguesía más recalcitrante. Guardando las proporciones, es como un Mandela a la colombiana. Está destinado a cumplir un papel fundamental en ese próximo Congreso, que como bien lo dice él mismo, será un “Congreso Constituyente”. En ese período se establecerán las bases de la nueva Colombia. El hombre de las dos rosas, o de las tres pues también su hija se llama Rosita, tiene mucho para dar y los colombianos lo sabremos aprovechar.

Marzo 2013


    

¿AMPLIACIÓN  DE LA REFINERÍA O PASIVO SOCIAL?


ECOPETROL creó expectativas y puso fechas precisas para la ampliación de la refinería. La comunidad creyó y se preparó haciendo sus propias inversiones. El hecho no se produjo y puede demorarse o incluso no darse. ¿Dónde queda la responsabilidad social tan cacareada? ¿Cómo va a cubrir la empresa estatal este pasivo social?

¿Será verdad que los recursos adicionales de 500 millones de dólares para la modernización de la refinería de Cartagena salieron del presupuesto para la modernización de la refinería de Barranca? ¿Será que no van a cumplir con las expectativas de inversión en Barranca? ¿Dónde estarán los 3.380 millones de dólares asignados al proyecto?

¿Si una empresa como Ecopetrol crea expectativas y muchos barranqueños adquieren deudas o invierten sus ahorros en construcción de locales comerciales, vivienda o en mejoramiento de estas para arrendar habitaciones, tiene la estatal compromisos con ellos al no cumplir las expectativas?

¿Qué va a pasar con los que construyeron o ampliaron hoteles para recibir a atender a esos 4.000 nuevos empleados que traería la modernización de la refinería?

¿Por qué en Barranca guardamos silencio y ni los líderes locales en lo público y en lo privado se pronuncian?
¿Dónde está la Cámara de Comercio mientras ve que muchos empresarios se quiebran ante una situación insostenible como la que viven?

¿Será suficiente sentarse a esperar a ver si un día del 2015, 2017, 2020 se inician los trabajos y se cumplen las expectativas?

¿Algún alto directivo de Ecopetrol ha dado explicaciones creíbles sobre el incumplimiento del cronograma de modernización de la refinería?

¿Cómo entenderán en Ecopetrol la responsabilidad social? ¿Solo como un discurso bonito? ¿No entienden que han creado un pasivo social enorme que hay que resolver?

¿Hasta cuándo…?

Febrero 2013





AGUA QUE HAZ DE BEBER…


El agua es vida, no menos del 60% del cuerpo humano es agua, el 80% del planeta es agua, solo el 3% es agua dulce. El agua no potable mata cada año más personas que cualquier tipo de violencia, incluida la guerra. El acceso al agua de calidad requiere compromiso del gobierno y conciencia ciudadana en la lucha contra la contaminación y su mal uso.

Según la ONU, en el mundo hay 884 millones de personas sin acceso al agua potable; 1,5 millones de niños al año mueren por las enfermedades que se propagan por el agua no potable. Colombia es el sexto país del mundo con mayor riqueza hídrica pero tiene las peores políticas públicas para preservarla. Esa irresponsabilidad nos lleva a que el 50% de estos recursos no sean aptos para el consumo humano. Las enfermedades gastrointestinales afectan con mayor severidad a las poblaciones donde el acceso al agua potable es restringido o inexistente. La Defensoría del Pueblo, al analizar la calidad del agua en cerca de 970 municipios, concluyó que sólo el 31 por ciento de ellos, es decir 400, cumplía los requisitos mínimos de potabilidad.
¿Usted no cree que aunque aguas de Barrancabermeja nos diga que el agua de Barranca es potable, no lo parece?
¿Quién se toma un vaso de agua turbia y con frecuencia maloliente con tranquilidad?
¿Alguien se ha puesto a pensar en el efecto negativo sobre el cabello y la piel  del agua que corre por nuestras tuberías?
¿Es lo mismo un sancocho preparado con agua turbia y olor a pescado, aunque hierba una hora, que uno preparado con agua transparente y absolutamente potable?
¿Han visto cómo se deteriora la ropa, particularmente la blanca, cuando se lava con agua de nuestro acueducto?  
¿No será que el operador está fallando y tenemos una planta de tratamiento obsoleta que no cumple estándares internacionales? ¿Ineficiencia o corrupción?
 ¿Ha notado cómo se muere la Ciénaga de San Silvestre gracias a su contaminación y a la sedimentación, y gracias a la deforestación y a la poca gestión del gobierno local para preservarla como nuestra principal fuente de agua?
¿Por qué la población ribereña, formal e informal, sobre todo los invasores, no han sido obligados a construir pozos sépticos y se les ha impedido verter las aguas residuales directamente a la ciénaga? ¿Por qué el gobierno no financia la construcción de esos pozos y construye plantas de tratamiento de aguas residuales?
¿Por qué Barranca está tan atrasada en acueducto y calidad del agua? ¿Será porque no cuidamos las fuentes abastecedoras, hemos deforestado al extremo y nuestras plantas no tienen capacidad para tratar condiciones extremas como las sequías, los caudales bajos y la presencia de materiales sólidos por sedimentación?
¿Dónde está el gran coloso de la responsabilidad social que podría hacer una gran inversión en el acueducto y la ciénaga para coadyuvar con la gestión pública en el propósito de suministrar la mejor calidad de agua a los barranqueños? ¿A Ecopetrol no le importa?
¿Será que el sistema tarifario no es el adecuado? ¿De qué sirven las bajas tarifas cuando el servicio es pésimo? ¿Agua fea y maloliente para una Barranca petrolera y con grandes expectativas de desarrollo?

¡EJERZAMOS CONTROL SOCIAL, AHORA!

Febrero 2013  

domingo, 8 de enero de 2012

EL PARO ARMADO


Detrás del paro armado en por lo menos seis departamentos del norte del país, parece que se mueven fuerzas ocultas que van más allá de una simple reacción por la muerte del líder de los “Urabeños”, una banda criminal que tiene sus orígenes precisamente en el Urabá antioqueño, tierra rica en banano y en cultivos ilícitos. De acuerdo con la Corporación Nuevo Arco Iris el “paro” responde a cuatro razones fundamentales: la primera es el tráfico de mercados ilegales que se pelean los “Urabeños” y los “Rastrojos”, pues la muerte de alias “Giovanny” y la captura de “Valenciano” los puso en pugna por deudas no pagadas.

La segunda se debe a la disputa por el mercado de la gasolina ilegal venezolana que inunda el interior del país. La tercera es el debilitamiento de “Los Paisas”, otra banda criminal de origen AUC, que ha permitido la expansión de los “Urabeños”. La cuarta, “la de menos importancia”, según los investigadores de la Corporación, es la muerte por parte del Estado de “Giovanny”, reemplazado de inmediato por su hermano “Otoniel”, quien quiere venganza y posicionarse como nuevo jefe.

Tendremos que añadir una quinta, y es la expuesta por Juan Camilo Restrepo, el Ministro de Agricultura, quien indicó a periodistas que “la parálisis convocada por esas bandas narcotraficantes, herederas de organizaciones paramilitares no desmovilizadas, busca sabotear un programa oficial de restitución de tierras”. El ministro admitió que las zonas en donde actúan las bandas criminales son aquellas en las que históricamente se han registrado el mayor despojo de tierras en Colombia. Hay que recordar que desde el 1 de enero de este año rige la Ley de Victimas y Restitución de Tierras, que pretende restituir este año 13.700 hectáreas del 1.5 millones identificadas, a sus verdaderos propietarios, desplazados por paramilitares, guerrilla y bandas criminales en los últimos quince años. Ya han sido asesinados por lo menos 10 líderes de los campesinos que reclaman la restitución de sus tierras.

A pesar de que el Presidente, su ministro de Defensa, el ministro del Interior y de Agricultura han dicho que no se van a dejar amilanar, el paro ha tenido repercusión en el comercio y en el transporte, particularmente en Antioquia, Magdalena, Córdoba, Cesar, Chocó y hasta en la Comuna 13 en Medellín. Las amenazas de muerte a transportadores que incumplan la orden de paro y a los comerciantes que no cierren sus negocios ha tenido un efecto que no corresponde según el gobierno a la verdadera fuerza de los “Urabeños”. El ejecutivo ha ofrecido ocho mil millones de pesos, cifra no despreciable, a quienes ayuden a los líderes de las bandas criminales y a los instigadores del paro.

Este es el momento en que el Gobierno, la Fiscalía, la Policía Nacional y el mismo Ejército deben unir fuerzas con todos los ciudadanos de bien de esas regiones para controlar y doblegar a los criminales, que basan su fuerza en la amenaza, el secuestro, la extorsión, el asesinato y obviamente el dinero del narcotráfico. No es posible que hayamos pasado de unas AUC que andaban haciendo de las suyas  libremente por el territorio colombiano, hasta cuando el pasado gobierno las puso en cintura y obligó a su desmovilización, a unas bandas criminales más organizadas y sanguinarias todavía. Los paros armados en Colombia han sido una desgracia y la mayoría de las veces una “prerrogativa”  de la guerrilla, cuando controlaba la mitad del territorio colombiano.


       

sábado, 7 de enero de 2012

CORDURA Y BUEN TINO

No pasa de ser una buena intención la idea del Alcalde Bohórquez de uniformar a los indigentes, habitantes de la calle o personas sin hogar, como quiera llamárseles. Resulta que las causas por las cuales una persona se va a vivir a la calle, o resulta viviendo allí, son muy variadas. Existen factores que propician esta situación, como la falta de empleo, con lo que esto conlleva en muchos casos, la pobreza absoluta que impide tener un techo, el abandono familiar, la discapacidad, las enfermedades,  particularmente las mentales, la drogadicción y otros vicios, la falta de relaciones familiares y sociales, entre otras externas, pero también existe el miedo a convivir en ambientes difíciles por violencia intrafamiliar, la vagancia y dejadez total, el no querer vivir en sociedad, el anarquismo absoluto, ideas religiosas dogmáticas y extrañas, la persecución de la justicia. Tantas que sería interminable mencionarlas.

Unas son causas externas y otras internas. Todas difíciles de solucionar con pañitos de agua tibia. Al igual que el alcalde Petro, que quiere atacar los problemas de violencia en la Capital, prohibiendo el uso de armas legales en manos de los ciudadanos, el alcalde Bohórquez quiere atacar los problemas de pobreza y en particular de indigencia, poniéndoles un uniforme a los habitantes de la calle. Muy pocos indigentes van a seguirle la cuerda al alcalde, y los que lo hagan lo harán por poco tiempo. Todo será flor de un día.

Parece ser que a los alcaldes recién posesionados se les olvida que ya terminaron sus campañas y que tienen que centrarse en su plan de desarrollo, proponiendo soluciones serias y viables, que ataquen realmente los problemas de pobreza, exclusión social, violencia y corrupción, entre muchos con los cuales están comprometidos. Gran parte de nuestros administradores locales van a aprender a ser alcaldes, siendo alcaldes. Algunos de ellos se encontraron de sopetón con el cargo. Otros fueron llevados de la mano por el grupo que los respaldó, sin tener ideas propias y programas estructurados. Algunos son simples títeres manejados por otros que si saben por dónde va el agua al molino. Se darán cuenta poco a poco que no basta tener un buen discurso, simpatía personal, o ser representantes del pueblo, para hacer un buen gobierno. El buen gobierno requiere planeación, liderazgo, trabajo en equipo, concentración, disciplina, inclusión, buena comunicación con los gobernados y sus representantes, sin olvidar valores fundamentales como la transparencia y el sentido de lo humano.

Los habitantes, tanto los de la calle como los que vivimos en nuestros hogares, en Bucaramanga y todos los municipios de Santander, como en el resto del país, esperamos que los alcaldes terminen de armar sus equipos de trabajo, terminen sus planes de desarrollo, pongan la casa en orden, y se dediquen a trabajar. El síndrome de alcalde en campaña es contraproducente y solo sirve para llamar la atención, pero no nos lleva a ninguna parte. 

El problema de la indigencia, Alcalde, de los sin hogar, de quienes tienen que vivir en la calle o prefieren vivir allí, tenemos que manejarlo aprovechando los estudios que existen al respecto, haciendo otros si es preciso, porque evidentemente hay un incremento en Bucaramanga de habitantes de la calle, pordioseros unos, locos otros, ancianos abandonados, desplazados algunos, drogadictos llevados del vicio, que parecen “desechables”, como se les llamó alguna vez con poco sentido de lo humano. Quienes votaron y no votaron por usted, estamos esperando acciones concretas que demuestren que de verdad es un alcalde social.  Cordura y buen tino es lo que se requiere.